pasa el viento a mi vera gritándome
que la vida no espera, “ponte a correr”.
harta ya de este cuento quiero salir
donde tomar aliento para seguir.
ir a paso lento por mi mundo,
saborear cada segundo
poniendo rumbo donde quiera
que no existan las fronteras,
y en cada nuevo amanecer
sentir la magia de la espera.
le canto al viento porque hoy
quisiera ser de ceniza o de papel,
elevarme y ascender ligera.
ser solo aire y escapar
de un suspiro hacia un lugar
cualquiera.
busco la luz primera que me hizo ver
que no hay ninguna carrera dónde vencer,
que sólo importa contar si es para medir
el trecho que hay entre estar vivo y vivir.
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